PROYECTO VÍBORA
Projecte Víbora
En agosto de 1991, organizado por el grupo ilicitano Esbart Zero y el grupo internacional Kunst for livet (Arte por la vida) de Dinamarca, tuvo lugar en Elche la pintura mural sobre el lecho del río Vinalopó a su paso por la ciudad. El carácter serpenteante del cauce del río, y los diseños independientes de las representaciones, hicieron que la obra colectiva y multicultural se denominara Proyecto Víbora. Una intervención pictórica en el espacio público que con sus 1.200 m. de largo por 14 de ancho y el cauce del río en medio figuró en el Libro Guinness de los Records como “Mural más grande del mundo”.
Desde sus orígenes, el Proyecto Víbora quiso ser un elemento de unión entre las dos partes de la ciudad divididas por el río Vinalopó. Así como lugar significativo para quienes gustan de los lenguajes poéticos, con oferta de participación a todos los artistas y la sociedad en general. El Proyecto Víbora cobraba así su carta de naturaleza de arte democrático y de arte efímero.
Projecte Víbora II
Veintitrés años después, en la primera semana de agosto de 2014, con la colaboración y organización del grupo ilicitano PornoStars y los artistas urbanos de su influencia, se llevó a cabo el Proyecto Víbora II. Esta vez, merced a los nuevos tramos de canalización del lecho del río, la longitud alcanzaría los 2.700 m. Pero la diferencia fundamental entre la primera “Víbora” y la segunda sería la mayor participación en esta última de la ciudadanía. Proporcionando a la vista, desde los puentes y orillas del río, uno de los espectáculos más bellos que se hayan podido ver jamás: la visión de más de 1.500 personas dedicadas a cambiar la piel de su Víbora. Y un maravilloso fondo de imágenes.
En la actualidad, el Proyecto Víbora II se presenta a los visitantes como una bonita excursión o ruta de paseo alrededor del rio Vinalopó y su galería de arte urbano, con la poética del paso del tiempo sobre la superficie de las representaciones. También, como recurso didáctico para la educación artística.
Se pretende que la Víbora de Elche cambie su piel cada cinco años.
Firmado por Juan Llorens