La ciudad de Elche cuenta con tres distinciones UNESCO

El Palmeral, fue inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial en el año 2000; la Festa o Misteri de Elx, proclamada Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial en el año 2001 e incorporada a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2008; y el proyecto pedagógico del Centro de Cultura Tradicional-Museo Escolar de Pusol, seleccionado en el año 2009 como proyecto que mejor refleja los principios y los objetivos de la Convención para la Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial (en adelante, la Convención), hecho que comportó su inclusión automática en el Registro UNESCO de Mejores Prácticas de Salvaguarda.

El Palmeral

El paisaje formado por los huertos de palmeras de Elche, con sus complejos sistemas de riego, fue estructurado en el siglo VIII d.C., cuando una gran parte de la Península Ibérica estaba bajo la dominación musulmana. No obstante, hay buenos motivos para pensar que quizás su origen sea más antiguo y se remonte a la época del asentamiento de los fenicios y los romanos en la región. Es un ejemplo único de las técnicas agrícolas árabes en el continente europeo.

El Palmeral de Elche –el más grande de Europa- es una de las maravillas naturales y culturales más impresionantes de España, un lugar que ofrece una ventana única a la historia, la sostenibilidad y la belleza paisajística. Este enclave, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, se erige como un testimonio vivo de la herencia árabe y un ejemplo sobresaliente de desarrollo sostenible en pleno siglo XXI.

Es una masa compacta de plantaciones de palmeras que rodea lo que fue la ciudad islámica conocida como la Vila Murada medieval. Sus límites están claramente definidos por calles y carreteras, lo que facilita su identificación y acceso dentro del entramado urbano actual. Este entorno único crea una experiencia singular para los visitantes, que pueden pasear por un espacio que se percibe como un enorme y pintoresco jardín urbano. Dentro del Palmeral, existen numerosos huertos tradicionales que han mantenido su estructura original a lo largo de los siglos. Estos huertos son áreas de cultivo donde las palmeras se organizan en filas ordenadas, creando un paisaje característico y culturalmente significativo.

A lo largo de los siglos, el Palmeral ha mantenido su presencia dominante en el paisaje de Elche, aunque muchas de las plantaciones han perdido sus funciones agronómicas originales. Históricamente, las palmeras datileras eran cultivadas no solo por sus dátiles, sino también por los productos derivados que ofrecían, como hojas para techos y fibras para diversos usos. Sin embargo, con el crecimiento urbano y los cambios en las prácticas agrícolas, muchas de estas plantaciones han dejado de ser explotadas con fines agrarios.

Pese a estos cambios en el uso de la tierra, las palmeras han sido preservadas, lo que convierte al Palmeral de Elche en un claro ejemplo de desarrollo sostenible. Este enfoque ha permitido que, aunque las funciones agrícolas se hayan reducido, el valor ecológico y paisajístico del Palmeral se mantenga intacto. Las palmeras, que pueden vivir varios siglos, continúan siendo una parte integral del ecosistema urbano, proporcionando beneficios ambientales como la mejora de la calidad del aire, la regulación de la temperatura y la creación de hábitats para diversas especies.

Además de su importancia ecológica y agrícola, el Palmeral de Elche es un importante recurso cultural y turístico. El paisaje del Palmeral, con sus altos troncos y frondosas coronas, crea un ambiente de tranquilidad y belleza que atrae a miles de visitantes cada año. Los paseos bajo las palmeras, especialmente durante las cálidas tardes de verano, son una experiencia inigualable que combina el disfrute estético con el bienestar físico y mental.

El Palmeral de Elche no solo es un refugio natural dentro de la ciudad, sino también un espacio para eventos culturales y comunitarios. Festivales, conciertos y otras actividades se llevan a cabo en este entorno único, lo que refuerza su papel como centro de la vida social y cultural de Elche. La combinación de naturaleza y cultura que ofrece el Palmeral lo convierte en un lugar especial, donde la historia se encuentra con la modernidad en un equilibrio armonioso.

En resumen, el Palmeral de Elche es un símbolo de la herencia cultural y agrícola de la región, un ejemplo de sostenibilidad y conservación, y un recurso invaluable para la educación y el turismo. La preservación y restauración del Palmeral son esenciales no solo para mantener su belleza y funcionalidad, sino también para asegurar que las futuras generaciones puedan disfrutar de este tesoro único.

Visitar el Palmeral de Elche es una experiencia que ofrece una conexión profunda con la naturaleza y la historia. Cada paseo por sus senderos sombreados, cada visita al museo y cada evento celebrado en su entorno contribuyen a la apreciación y el entendimiento de este patrimonio mundial. Así, el Palmeral de Elche no solo embellece la ciudad, sino que también enriquece la vida de todos los que tienen la oportunidad de conocerlo y disfrutarlo.

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El Misteri d’Elx: un tesoro del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Inscrito en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en 2001), el Misteri d’ Elx es una obra maestra del drama sacro-lírico  que narra la muerte, la asunción y la coronación de la Virgen María. Este drama, que ha sido representado sin interrupción desde mediados del siglo XV, tiene lugar en la Basílica de Santa María y las calles de la antigua ciudad de Elche, en la Comunidad Valenciana. Es un testimonio viviente del teatro religioso medieval europeo y de la devoción a la Virgen.

La representación, completamente cantada, se desarrolla en dos actos que se celebran el 14 y el 15 de agosto de cada año. A través de una serie de escenas y cuadros, se describe la muerte de María, la procesión fúnebre vespertina por las calles de Elche, el funeral escenificado, la asunción y la coronación en la Basílica de Santa María. El texto se canta principalmente en valenciano, con algunas secciones en latín. La escena se divide en dos planos: uno horizontal o “terrestre”, y otro vertical o “celeste”, características distintivas del teatro medieval. Una antigua maquinaria aérea se utiliza para crear los efectos especiales, añadiendo gran espectacularidad a la representación.

Más de 300 voluntarios participan cada año en «La Festa», desempeñando roles como actores, cantantes, directores de escena, tramoyistas, costureras e intendentes. Sin embargo, los preparativos para este evento comienzan mucho antes y duran todo el año. Esta tradición, que atrae a toda la población de la ciudad, está profundamente arraigada en la identidad cultural y lingüística de los habitantes de la región.

El Misteri d’Elx fue proclamado “Monumento nacional” en 1931 y está protegido por varias leyes de salvaguardia del patrimonio cultural. Esta protección asegura que la tradición se mantenga viva y se transmita a las futuras generaciones, preservando su integridad y su significado cultural.

Su celebración no solo es un evento religioso, sino también una manifestación cultural que une a la comunidad y atrae a numerosos visitantes. La dedicación de los voluntarios y la pasión de los habitantes de Elche hacen de esta celebración un verdadero símbolo de su patrimonio cultural. La combinación de música, teatro y devoción crea una experiencia única que resuena profundamente en todos aquellos que la presencian.

El Misteri d’Elx es, sin duda, una de las joyas del patrimonio cultural inmaterial de España y del mundo, y su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad asegura su reconocimiento y su preservación para el disfrute y la admiración de generaciones presentes y futuras.

Fuente: (http://www.unesco.org/culture/ich/es/RL/el-misterio-de-elche-00018)

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Página oficial del Misteri d’Elx AQUÍ

Centro de Cultura Tradicional-Museo Escolar de Pusol

Este proyecto educativo innovador tiene dos objetivos generales: promover la educación basada en valores mediante la integración del patrimonio cultural y natural local en el currículo y contribuir a la preservación del patrimonio de Elche mediante la educación, la formación, la acción directa y la sensibilización en La comunidad educativa. Implantado en la escuela pública rural de Pusol (Elche, España) en 1968, el proyecto ha logrado integrar el patrimonio en la educación formal. Guiados por maestros y colaboradores externos, los niños exploran, en un ambiente de juego, el rico patrimonio de Elche en contacto con los portadores de tradiciones y contribuyen directamente a su preservación. Los niños realizan la recolección de datos de campo, la museografía, y enseñan unos a otros y los visitantes sobre el patrimonio, estudiando y explorando el patrimonio por sí mismos. El proyecto ha capacitado a casi 500 escolares y ha dado lugar a un museo escolar con más de 61.000 entradas de inventario y 770 archivos orales, preservando el patrimonio de la vida cotidiana y promoviendo el mapeo cultural de los recursos del patrimonio local. Entre 1968 y mediados de los años ochenta, el proyecto se mantuvo dentro de los límites del distrito rural de Pusol, donde se encontraba la escuela. Pero a medida que el conocimiento de los valores y logros del proyecto se difundió, el alcance operativo del proyecto creció, primero involucrando los restantes distritos rurales del campo de Elche (a mediados de los años 80) y más tarde la ciudad de Elche (1990).

El proyecto es muy apreciado por la comunidad rural local, la población general de Elche y expertos en educación y cultura por su carácter pionero, democrático, integrador y participativo, y puede servir como un modelo que demuestre la viabilidad de la protección del patrimonio ascendente.

(Fuente http://www.unesco.org/culture/ich/es/BSP/-00306)