Semana Santa: Una semana de sentimientos y tradiciones únicas
4th, Avr
La Semana Santa de Elche es universal y tiene una identidad propia marcada por la artesanía de la palma blanca, el fervor de los cofrades y los actos centenarios cargados de simbolismo.
La semana de Pasión en la ciudad de las palmeras tiene una identidad propia. Las costumbres y tradiciones ilicitanas que se reflejan en procesiones como la de las Palmas del Domingo de Ramos, las Aleluyas o la ‘Trencà del Guió’ hacen que la Semana Santa ilicitana sea única, entrañable y legendaria.
La artesanía del palmeral de Europa
Trabajar la palma blanca es un arte que se conserva en la ciudad gracias a las familias de palmereros dedicadas a entrelazar las ramas obtenidas del Palmeral de Elche, Patrimonio de la Humanidad, para transformarlas en auténticas piezas de colección. De ahí que el Domingo de Ramos ilicitano sea universal y Elche una de las ciudades por excelencia para disfrutar de una Semana Santa singular y repleta de historia.
El proceso de elaboración de la palma blanca es totalmente manual con un delicado trabajo que dura meses y en el que se emplean técnicas ancestrales que han ido pasando de padres a hijos durante siglos.
Los artesanos crean desde modelos más sencillos, como las palmas lisas, hasta palmas trenzadas que son auténticas joyas. Éstas se transforman en obras de arte con llamativas formas y figuras que hacen que cada palma sea única e irrepetible.
Desde hace siglos, estas palmas también se exportan a numerosos países y el Ayuntamiento de Elche regala a personalidades ilustres como el Papa, la familia Real o el presidente del Gobierno de España unas palmas que destacan por su complejidad y belleza. Algunas de estas obras de arte superan los tres metros y medio de altura y están coronadas con figuras religiosas y motivos ilicitanos.
Así, la inestimable labor de estas familias vive su momento álgido cada Domingo de Ramos que, en la ciudad de las palmeras, se vive de una forma muy especial, acudiendo cada año más de 50.000 personas a la procesión. El olor y el color de miles de ramos trenzados envuelven la Procesión de las Palmas en una Fiesta declarada de Interés Turístico Internacional desde el año 1997.
Una celebración única que muestra al mundo la pasión de los ilicitanos que han sabido conservar sus tradiciones y mantener vivo el palmeral de Elche.
Siete intensos días de emociones
Con esta procesión, se inician en Elche siete intensos días de emociones llenas de fervor y tradición con experiencias únicas que hay que vivir y disfrutar.
Así, las más de 30 cofradías que dan vida a los desfiles procesionales en Elche recrean las escenas de la Pasión y Muerte de Jesucristo donde los nazarenos, costaleros, saeteros y las bandas de música hacen que cada año la Semana Santa respire emoción y se inunde de sentimientos.
Otro de los actos destacados de la Semana Santa ilicitana, que ocurre en muy pocas ciudades españolas, es el indulto de un preso como medida de gracia y de perdón. Un acto que se lleva a cabo cada Martes Santo ante la imagen del Cristo del Perdón.
La singularidad de la Semana Santa ilicitana también es visible cada Viernes Santo con un acto muy peculiar y cargado de simbolismo para la ciudad que tiene lugar en la Plaça de Baix. Es la “Trencà del guiò”, celebrada desde final del siglo XVI en señal de fin de luto.
Una gran bandera o guión negro es portado por tres elegidos por la Junta Mayor para hacer reverencias a la Virgen de los Dolores. Tras este ritual, el personaje central, con la insignia en sus manos encarna el reto de ondear la bandera y de romper el asta del guión. Una tradición local que revela que una buena rotura traerá un año de suerte para la ciudad.
Como broche de oro a la Semana Santa ilicitana, el cielo se llena de color el Domingo de Resurrección, popularmente conocido en Elche como Domingo de Aleluyas.
Millones de estampas ilustradas con las imágenes de los tronos que procesionan en la ciudad son lanzados desde los balcones en el momento en el que Jesús Resucitado y la patrona de Elche, la Virgen de la Asunción, aparecen por las calles para celebrar la resurrección de Jesucristo.
La experiencia de vivir la Semana Santa en Elche
Elche en Semana Santa es tradición, pasión y cultura pero también son sensaciones y experiencias únicas en un entorno de contrastes, el Oasis Mediterráneo.
Elche está llena de oportunidades para conquistar los paladares más exquisitos con una gastronomía que combina tradición y vanguardia; los 9 kilómetros de playa, en su mayoría en estado virgen; así como los parajes naturales, la oferta de ocio, la ruta Outlet para comprar el mejor calzado a precios increíbles o la sólida oferta hotelera con establecimientos en pleno bosque de palmeras.
¿Sabías que…?
• La palma blanca que el Ayuntamiento de Elche regala al Papa preside la misa del Domingo de Ramos desde la Basílica de San Pedro en el Vaticano, esta misa se retransmite a todo el mundo. El Ayuntamiento regala cada año las tradicionales palmas blancas a la Familia Real y al Presidente de Gobierno.
•Los artesanos venden sus palmas durante el viernes y sábado anterior al Domingo de Ramos en el Mercado de Palma Blanca situado en diversas plazas públicas de la ciudad, principalmente en la Plaça de Baix; además, el domingo también hay puestos junto a la oficina de turismo desde las 9 hasta las 13 horas.
• El comercio de la palma blanca está recogido en una noticia de los libros de Cabildo de 1429.
• Una costumbre ilicitana que todavía se conserva es regalar palmas a diferentes personas. En el ámbito familiar, los abuelos las suelen regalar a sus nietos y, sobre todo, los padrinos a sus ahijados.
• Las palmas, una vez acabada la procesión, son colgadas en balcones y ventanas ya que, al estar bendecidas al inicio de la procesión, sirven de protección a los habitantes de la casa.
• Las procesiones de la Semana de Pasión en Elche tienen su comienzo en el siglo XVI. Las referencias documentales sitúan el antecedente más antiguo en el año 1581.
• Los orígenes de la procesión de las Aleluyas datan del siglo XVIII.
• El sábado anterior al Domingo de Ramos en la Ermita de San Sebastián se realiza la exposición del Concurso de Palma Blanca. Esa misma tarde se hace publico el fallo del jurado del concurso en sus diferentes modalidades: artesanía, miniatura, palma taller y de solapa.