El Raval, un barrio tranquilo, de gran personalidad y cargado de historia, es idóneo para disfrutar de la noche en una de sus terrazas, bares de tapas o sitios copas, en un ambiente familiar y con un trato muy personal.

Lo mejor es acercarnos hasta allí caminando: está muy céntrico y su estructura de plazas y calles laberínticas desaconseja el uso del automóvil. También se puede llegar en transporte público, con la línea J de los autobuses urbanos.

Existe, no obstante, una zona de aparcamiento al aire libre junto a la iglesia de San Juan en la calle de la Abadía; también es posible dejar el coche junto a la ladera del río, bajando desde la calle Juan Ramón Jiménez.

Tapas

Los bares de tapas son una excelente opción para empezar la noche. Lugares como la Tapería Raval, en la plaza Mayor; Picnic y D´Pata Negra, en los números 1 y 20 de la calle Juan Ramón Jiménez, respectivamente; El Raspa y el bar Paquito, en la calle Isaac Peral, 8 y 14 o La Teulera (Luis Vives, 25), ofrecen, además de un extenso surtido de tapas, un ambiente familiar y comunicativo.

Teterías

En Porta de les Tafulles, 18, en la tetería La Cuna se disfruta de un aire multicultural; por las noches se convierte en pub, con conciertos y actuaciones en directo los jueves. La decoración es muy singular, con un patio interior y diferentes zonas reservadas.

La calle Mayor del Raval, 4, acoge otra tetería, Adarve, muy bien ambientada y reconvertida igualmente por las noches en bar de cervezas y copas. En ocasiones, sus paredes se utilizan como sala de exposiciones de artistas que venden aquí sus obras.